· Entrevista ·

El arte de hacer reír

Vladímir Olshansky
Vladímir Olshansky es actor-claun, director de teatro y profesor. Junto con Vyacheslav Polunin fue uno de los creadores del grupo de clauns “Lizedéi”. A finales de los 80 vivió y trabajó en los Estados Unidos, en la Asociación de Clauns Hospitalarios y también con la famosa companía canadiense “Circo del Sol”.  Vladímir es pionero de una nueva profesión, la de claun doctor. En 1997, con su hermano Yuri y Katerina Turi, descendiente de Alexander Pushkin, creó “Soccorso Clown”, la Institución Nacional de Clauns Hospitalarios de Italia. “Soccorso Clown” trabaja ayudando a pacientes con enfermedades graves y realiza programas de formación de alta calidad para especialistas en risoterapia.
Actualmente vive en Italia y dirige “Vice Versa Visual Theater”. En 2013 en Moscú se publicó su libro “El camino del claun. Historia de la risoterapia”.
En febrero Vladímir vino a Madrid con su master-class, y le llamé para conversar.

¿Vladímir en que consiste su método de formación de los actores-claun?
El método tiene el propósito de ayudar a descubrir todos los talentos que a una persona le ha concedido Dios. Si eliminamos nuestros miedos, las fobias, las actitudes equívocas ante la vida, la dependencia de las opiniones de los demás y el dominio de nuestro ego, nos haremos libres. Un factor primordial que ayuda a realizar esta idea es el amor. La ciencia del amor se vuelve la prioridad de la vida, es decir, aprender a dar sin esperar recibir nada a cambio. Esta sabiduría la aprendí en mi trabajo como claun hospitalario. De esta forma, el miedo se marcha y nosotros dejamos de depender de otras cosas. Ser claun hospitalario es una nueva profesión que requiere de ciertos conocimientos. El método está destinado no solo a inculcar los hábitos profesionales, sino también a desarrollar las cualidades ético-espirituales.  
Después del espectáculo con
Morgan Freeman

La profesión de claun hospitalario se convirtió en el trabajo de toda su familia...
No exactamente. Mi ex mujer también es actriz, pero nunca trabajamos juntos en el hospital. Mi padre siempre nos apoyaba pero tampoco trabajaba con nosotros. Es verdad que a sus 86 años por primera vez salió al escenario como claun en mi obra “Los juegos raros”. A pesar de que era un coronel de la Fuerza Aérea Militar de Rusia, tenía un talento extraordinario como actor cómico. Con mi hermano Yuri llevo trabajando ya muchos años. Es actor y director, se graduó en la Academia de Arte Dramático de Yaroslavl y en la Universidad de Nueva York (dirección cinematográfica). Yuri es el director gerente del “Soccorso Clown” e, igual que yo, trabaja como claun doctor.

¿Qué es lo más importante en el trabajo del claun hospitalario?
En el trabajo de la risoterapia se combinan dos géneros del arte dramático: el circo y el teatro. Ambos tienen sus peculiaridades que hay que dominar. Además, en el hospital las actuaciones se realizan justo delante del espectador. El pabellón, los pasillos, el ascensor, el quirófano, las salas de espera pueden convertirse en un escenario. Aquí todo está como en la palma de la mano. Cualquier falsedad será resaltada. El claun hospitalario tiene que encontrar el camino hacia los corazones del público y ser sincero. Solo así tendrá éxito.

En muchos países ahora se abren escuelas del clauns hospitalarios, y la mayor parte de los profesores no tiene una sólida noción del arte de la risoterapia, ni experiencia laboral en este género. Para frenar el proceso de la devaluación de la profesión, hace tres años “Soccorso Clown” se hizo parte de los creadores de La Federación Europea de Clauns hospitalarios. Nosotros enseñamos asignaturas teóricas como historia del circo, del teatro y de la comedia del arte, psicología infantil, historia de la literatura cómica, y las asignaturas prácticas como el trabajo con las máscaras, la improvisación, la pantomima, títeres, magia, Tai-Chi y reglas de dramaturgia, entre otras.

Queremos establecer altos estándares de formación y llevar a la perfección la calidad del trabajo. No es suficiente ponerse la nariz roja y la bata blanca y pensar que ya te conviertes en claun hospitalario. Hay que saber hacerlo. Se necesita una rigurosa selección de aspirantes, los que en verdad quieran dominar esta profesión; y la selección tiene que realizarse por especialistas.

¿Cómo se crea un número escénico?
 La creación de una escena cómica es un proceso bastante difícil, al igual que escribir una buena pieza. Una escena clásica tiene una estructura dramática perfecta. Antes de que el público vea el resultado final se selecciona rigurosamente el material. Pero el principal árbitro son los espectadores. Puede pasar bastante tiempo antes de que la escena esté completa. A veces los buenos números aparecen rápido, mientras que otros hay que dejarlos madurar unos años.

El trabajo en los hospitales requiere de gran desgaste de energía emocional. ¿Cómo restablece sus fuerzas? 
En el hospital con un pequeño paciente 
Tenemos un sistema que nos permite evaluar la tensión psicológica. Según nuestras reglas el claun hospitalario no puede trabajar más de tres días a la semana y no más de cinco horas al día. Cada mes tenemos reuniones con psicólogos para hablar de las situaciones más difíciles en el trabajo. Nosotros trabajamos con pacientes con distintas enfermedades (oncológicas, entre ellas). A veces hay casos letales. Es muy difícil. Este trabajo requiere tener muchas fuerzas, emocionales y espirituales. No obstante, es un trabajo muy agradecido. Sientes que haces falta a la gente. Dar es la gran felicidad.
 
¿Qué es lo más importante en la selección de los estudiantes?
El sentido del humor y el talento del actor. Normalmente pedimos a un aspirante que nos enseñe unos 5-10 minutos del material que incluya elementos cómicos. También es importante la capacidad de escuchar. El factor ego es muy significativo: vemos si el estudiante sabe escuchar la crítica, como reacciona, si se ofende o no. A veces tenemos que prescindir de la colaboración con un claun talentoso pero con un ego muy grande.

¿El sentido del humor es una característica innata o se puede entrenar?
A mi juicio, con eso se nace. Creo que ejercitar el sentido del humor es imposible. Es un don, no una cualidad obtenida a lo largo de un trabajo duro.

Muchos años vivió y trabajó en los Estados Unidos… 
Con una actriz de Soccorso Clown

En los Estados Unidos trabajé en la Asociación de clauns doctores creada por Michael Christensen, un claun y malabarista profesional de circo, co-fundador de “Big Apple Circus” en Nueva York y creador del claun hospitalario como nueva profesión. En Nueva York aparte del trabajo en los hospitales hice varias producciones teatrales propias en los teatros de Off-Off-Broadway, como “La MaMa” y el Teatro de Funambulistas, entre otros.

¿Cómo surgió la idea de escribir un libro?
Después de 15 años de trabajo pedagógico (nuestro método de formación de claun hospitalarios se reconoce como modelo en Toscana), mis compañeros y alumnos me pidieron unificar todo el material. De ahí salió el libro “El camino del claun. Una historia de la risoterapia”, donde yo comparto mis revelaciones y experiencias. Este tema es nuevo y muchos todavía no saben nada de ello.

Cuente sobre su encuentro con Katerina Turi.
Katerina asistió al master-class de arte dramático organizado en Italia por mi hermano Yuri. Se graduó en GITIS y, a pesar de que toda su vida ha vivido en Italia, habla bastante bien ruso. Su familia, los Voronzovy-Veliyamínovy, después de la Revolución vivían exiliados en Francia. Son descendientes directos de Alexánder Púshkin. Katerina es directora y administradora de “Soccorso Clown”. Sin ella no hubiese sido posible conseguir los resultados que logró nuestra organización (entre nuestros premios, la medalla del Presidente de la República Italiana).

¿Quiénes son los empleados de “Soccorso Clown”?  
Ahora tenemos alrededor de 50 empleados. Todos son profesionales formados según nuestro método. Entre ellos, una laureada con un prestigioso premio internacional a la “Mujer del Año”, los ganadores de los premios “El micrófono de oro” y “La mejor joven actriz”. Además del trabajo en los hospitales, ellos actúan en teatros, en cine y participan en conciertos.
 
¿Cómo les reciben los pacientes en los hospitales de los distintos países?
Por suerte, no tenemos necesidad de aprender muchos idiomas. El idioma del claun es el lenguaje internacional. El habla del humor y de la broma es comprensible para todos. Charles Chaplin, por ejemplo, pertenece a todo el mundo. Por eso los niños reaccionan a nuestras escenas y gags casi de la misma manera en Rusia, en los Estados Unidos o en Italia.

¿Quién asiste habitualmente a sus clases?
Normalmente son los actores de teatro, los artistas de la calle y los clauns de circo que quieren descubrir los secretos del arte de la risa. Además tengo otro curso, “Cómo encontrar sus capacidades”, dirigido a todo tipo de gente, que ayuda a comprenderse y comprobar en la práctica que nuestras aptitudes no tienen límites. Solo hay que eliminar el miedo y la inseguridad.

¿En qué está trabajando ahora?
Estoy creando un proyecto para abrir otras sedes de “Soccorso Clown” en todo el mundo. Ayudar a todos aquellos que se encuentran en una situación difícil y que necesitan sonreír. Tenemos la idea de crear la sede en España, en Madrid y Sevilla, donde hay muchos alumnos míos que quieren trabajar en la risoterapia. El único obstáculo es la falta de financiación. Sin embargo, el beneficio de este trabajo -sonrisas de la gente- es siempre mucho más grande.

¿Qué consejo daría a los aspirantes a esta nueva profesión?
Es necesario comprenderse a sí mismo, encontrar tu camino. El talento de un actor cómico es un elemento principal en nuestra profesión. Y, sobre todo, ser consciente de que no es solo una profesión sino también un servicio a los demás.


   
Texto: Irina Rodríguez-Bulgakova
Fotos: archivo personal de Vladímir Olshansky
 

                                                                         Entrevista publicada en La Revista Rusa en marzo de 2014, №3




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